Así no era la cosa

No se suponía que debía funcionar de esa forma. Estoy seguro de que cuando se ideó el plan no incluía nada de lo que se le fue añadiendo. Tal vez le pasó como al caldo, que tantas manos involucradas lo pusieron morado. Y le causaron tanto daño que a mucha gente le ha llegado a causar repulsión.
Un texto encontrado en 1947 y cuya antigüedad acumula ya más de 2250 años nos da luces sobre el tema: "Por tanto, el Señor mismo nos dará señal: He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo,y llamará su nombre Emanuel" (Isaías 7:4)
Ese Emanuel, significa en hebreo, Dios con nosotros. Y la señal de la que habla es el nacimiento de Jesús. Una persona excepcional que vivió como humano y como Dios, con el único propósito de morir, ofreciéndose como el último sacrificio necesario para acceder a la salvación. Se convirtió en nuestro intercesor para el perdón de los pecados.
En su estadía por los lares palestinos, conversó con un importante religioso de su época (Nicodemo) y le dijo que para ver el reino de Dios era necesario nacer de nuevo.
Creo que a nuestra sociedad le hace falta eso. Nacer de nuevo, renovar la vida, restaurar el sentido común, la regla de oro, la convivencia, etcétera.
De eso se trata la Navidad. No de los agregados que le pusimos: bebidas, regalos, rifas, fiestas, árboles, parrandas, amigos secretos, etcétera. La navidad es una fecha simbólica para recordar a Jesús y una oportunidad para volver a nacer.
Por eso creo que en el cielo deben estar decepcionados al ver el desenfreno de estos días y dirán con razón: "Así no era la cosa". Gracias a Dios aún hay oportunidad de vivir la Navidad.
JM