El código Golinger y el día de acceso a la información pública

Desde que la abogada Eva Golinger presentó su libro “El Código Chávez”, me llamó mucho la atención las revelaciones que hacía. La forma en que obtuvo la información y la insistente argumentación de que el contenido del libro de más de 300 páginas se basaba en “documento desclasificados”. Válidas o no, las creamos o no, las conclusiones a las que llegó Golinger y que no se cansa de exponer con su español agringado, fueron posibles gracias a una ley estadounidense que ofrece amplio acceso a la información pública. ¡Santas contradicciones revolucionarias Batman! ¿Cómo es posible que el imperio revele sus más oscuros secretos a todo el mundo y en nuestro país no se puede saber ni siquiera cuál es el proyecto de ley del trabajo?
En la introducción de su libro Golinger lo explica: “La Ley de Libertad de Información (Foia, en inglés) es un corpus de leyes estadounidenses (…) que permite a los periodistas y a otros tener acceso y desclasificar documentos secretos del gobierno de los Estados Unidos”.
Que descaro. Obtiene la información necesaria para exponer las marramucias de su gobierno, viene y nos echa el cuento. Como diciendo: “Lero, lero miren lo que yo puedo hacer en el imperio y ustedes en la revolución no pueden.”
Los argumentos que utiliza el chavismo para mostrar la conspiración del imperio, son posibles gracias a una ley que en nuestro país no existe y tiene pocas posibilidades de existir en el contexto actual.
Y no hablo sólo de detectar conspiraciones, trabajos sucios o cualquier otra cosa. Simplemente datos de importación e importación, por ejemplo. Las cifras que obtenemos son las de nuestros socios, porque las nuestras muy difícil nos resultan.
Así que para mis compañeros periodistas, sigamos insistiendo, sigamos luchando, sigamos investigando. Para los ciudadanos en general, mucha paciencia, roguemos que la cercanía que tiene Golinger con el primer mandatario sirva para algo más que descubrir conspiraciones y le cuente sobre el Código Golinger, es decir, eso desconocido en nuestro país que se llama libre acceso a la información pública.
JM