Lula se quedó solo en el Amazonas


Los invitó y lo dejaron embarcado. El presidente Lula, el de mayor popularidad entre sus colegas del continente, les pidió a sus vecinos con quienes Brasil comparte el Amazonas, que se juntaran un rato para llevar una propuesta común a la cumbre del clima que arranca en diciembre. Practicamente ninguno pudo ir. Se excusaron, se disculparon, pero igual lo dejaron solo.
Da pena, da verguenza, que los mandatarios que luchan con problemas como la sequía, las inundaciones y la falta de recursos alimenticios a causa del calentamiento global, no pudieron reunirse para tratar el tema. Parece obvio que el único preocupado por el asunto es Lula, lástima está solo.
Está solo porque está por delante de sus colegas. Está en la vanguardia de lo que es la verdadera América Latina progresista, de la que dejó de ser pequeña y no resuelve los asuntos internacionales con rabietas ni recurriendo a las faldas del Tío Sam.
El Amazonas contiene 20% de las especies de plantas y animales del planeta y ni contar con la cantidad de agua (el oro del futuro) y los presidentes de los países responsables de mantenerlo con vida no son capaces de sentarse a fijar un posición conjunta y asisitr a reuniones internacionales con personalidad y seriedad.
A Lula le pasó lo mismo que a muchos pueblos de este continente: hicimos una invitación y nos dejaron embarcados. Nuestros mandatarios no están a la altura de los retos actuales del planeta.

JM