En Antímano hay más para expropiar

Empleados del centro de distribución de Polar protestaron ante la presencia de la Guardia Nacional



Antímano es noticia de vez en cuando. La sección de sucesos suele ser su espacio en diarios y páginas web. Pero también la de economía. Aquí, junto a más de 131.000 habitantes, operan empresas estatales y varias privadas, principalmente en la zona de La Yaguara, que fuera una robusta zona industrial, venida a menos en los últimos 20 años.



Esta semana vuelve a los noticieros. Secuestraron y mataron a un joven conductor de una de las líneas que todos los días sube y baja pasajeros de los cerros en jeep. La comunidad se enoja y tranca la calle, la autopista. El miedo cierra una de las tres estaciones del metro que sirven a la Parroquia. Sin embargo, eso no fue el centro de atención desde el miércoles 29, sino la medida de desalojo de los centros de distribución de Polar que se encuentran en La Yaguara.

Si se concreta la acción y se construyen las casas para las que se quieren los terrenos, muchos antimanenses se quedarán sin trabajo, mientras muchos otros tendrán vivienda. Los detalles sobre la cantidad de empleos, toneladas de alimentos y camiones que operan en el centro de Polar son de cuidado, tanto que en enero pasado el diputado de esta localidad y candidato a la reelección, Juan Carlos Alemán, hizo una escuálida marcha hasta la zona para exigir explicación sobre el movimiento de gandolas. La empresa respondió: 500 toneladas de alimentos diarios salen de allí para puntos de venta en Caracas.

En 2011, el expresidente Hugo Chávez expropió los terrenos cercanos al Cania: Centro de Atención Nutricional Infantil de Antímano (institución creada por Polar), para construir viviendas, algunas de las cuales ya están habitadas y otras en construcción, levantadas con apoyo del Gobierno y la mano obrera de sus futuros residentes.

También están en Antímano empresas como Fama de América, expropiada en 2009 y el Complejo Siderúrgico Nacional (Sidetur, antes de ser expropiada hace seis años). Pero todavía queda por expropiar y las ideas del uso que el Gobierno puede dar a los espacios casi saltan a la vista y no solo para el beneficio de un grupo sino de una mayor parte de la comunidad, sin afectar al resto de la ciudad.

El primero que yo propondría es el bulevar de Carapita (la zona más poblada de la parroquia). Aledaña a la estación del metro del mismo nombre, este lugar fue diseñado para albergar las paradas de las rutas troncales y para la recreación a finales de los 80. Los latones y tarantines de los buhoneros con verduras, ropa, alimentos regulados y demás productos, ocupan esos espacios actualmente. En este caso sería una reapropiación (le regalo el término al gobierno que gusta tanto de nuevas palabras y eufemismos). Allí cabe perfectamente un terminal de pasajeros decente, con zonas techadas para las esperas, que no interrumpa el paso por la entrada principal, baños para conductores y pasajeros y hasta un puesto de policía, porque por allí no es muy tranquilo.

En ese mismo ánimo expropiador, que parece haberse vuelto típico en la relación del gobierno con la parroquia, en segundo lugar tomaría la antigua fábrica de Procter & Gamble, ubicada allí mismo en La Yaguara donde el año pasado inauguraron un elevado. Además de abandonada por la empresa que se mudó a otro estado, está convertida en refugio de damnificados desde 2005 y también en centro de operaciones de la Corporación Municipal de Servicios. Allí quedaría de perla un mega Abasto Bicentenario (o Mercal, como quieran), similar al de Plaza Venezuela en caso que no se dé el que tienen proyectado donde estaba Merca Mayor. Bien abastecido, podría atender a muchos de los habitantes de la zona. Así no hay que ir hasta Montalbán o El Paraíso para hacer mercado, porque en Antímano no existe, además de Makro, ningún supermercado ni privado ni público.

Cierro mi lista con una tercera sugerencia, la dejo de última porque supuestamente ya fue expropiado: un fallido centro mayorista privado llamado Merca Mayor, con 18.000 metros cuadrados de construcción donde se supondría que funcionarían más de 500 locales comerciales, pero solo llegaron a abrir unos 20. Allí el Gobierno sí se puede lucir y construir un gran centro educativo suficientemente equipado para que los estudiantes de la zona no tengan que ser reubicados en otras parroquias, porque los dos o tres liceos de la zona no son suficientes para los que pasan a bachillerato.

PD: El término expropiación está usado para describir la toma por el gobierno de un espacio privado para el bien público, que estoy seguro regresará a buenos administradores, cuando todo esto pase.

JM