Lo único que necesitamos para Navidad ya lo tenemos: Jesús, el regalo de Dios para el mundo nació, se encarnó para darnos salvación.
Es difícil asimilar las circunstancias y procesar que esas cosas que marcan una época (todas ellas agregadas por la humanidad) no estarán presentes como de costumbre.
Pensando en eso recordemos que la primera Navidad también fue difícil, pero no por eso dejó de ser lo que era porque su propósito era mucho mayor.
María y José hicieron un viaje incómodo para llegar a un lugar donde ya no había espacio para ellos.
El relato de Lucas nos indica que el problema de los padres de Jesús no era la falta de dinero, sino la escasez de habitaciones.
Además, el traslado lo tuvieron que hacer por obedecer un dictamen de la autoridad de ese momento que imponía su voluntad a un pueblo que estaba bajo dominación.
Nada de eso impidió que Jesús naciera. Nada de eso impidió la primera Navidad.
No es sencillo asumir que esta Navidad para los venezolanos es diferente, extrañamos personas y costumbres y eso nos hace sentir que no hay ambiente de Navidad, pero de allí surge una pregunta ¿existe eso de ambiente navideño o es la Navidad (Jesús) lo que hace el ambiente?
La Navidad no es una fecha, ropa, comida o regalos, es la encarnación de la salvación, el mayor regalo que jamás podremos recibir, un regalo liberador.
La primera Navidad también fue difícil, pero no por eso dejó de ser Navidad. Así que "¡Vayamos a Belén" porque "el Salvador —sí, el Mesías, el Señor —ha nacido hoy en Belén, la ciudad de David."
Para hoy y para todos los días: ¡Feliz Navidad!