Bolivia condiciona informalmente la entrada de venezolanos


"Sin pasaje no entra". Así me dijo un funcionario de migración Bolivia cuando traté de ingresar a ese país la semana pasada como parte de mi viaje por tierra hasta Argentina. Fue en el puesto migratorio de Desaguadero, ciudad fronteriza con Perú, uno de los puntos por donde han pasado 5.906 venezolanos entre enero y junio, según datos de las autoridades incas.

La respuesta me sorprendió, aunque ya me lo había advertido el joven que nos trasladó el equipaje desde el terminal de buses. En el sitio web de migraciones Bolivia no se detalla ninguna exigencia específica para los venezolanos (por eso iba confiado a comprar mi pasaje en La Paz), pero la medida parece que obedece al aumento de 130% en la cantidad de paisanos que llegan hasta allá o que siguen su trayecto hasta Argentina y Uruguay.

"Les están poniendo cada vez más exigencias", me dijo la representante de una agencia de viajes con sede en El Alto, Bolivia, que me vendió el pasaje con destino a Buenos Aires. Hasta hace meses, no había ningún tipo de requisito para cruzar con el pasaporte venezolano, según supe por ella misma y por algunos conocidos que pasaron por esa frontera.

Por unas horas estuve como Tom Hanks en La Terminal, pues había sellado mi salida de Perú, pero no podía entrar a Bolivia hasta que no tuviera el pasaje. Cuando conseguí el pasaje ya había pasado un día y para que me sellaran la entrada debía tener la misma fecha de salida de Perú. Me dijeron que actualizara la fecha en Migración Perú, pero allí me rechazaron porque no tenía visa.

Gracias a Dios no fue necesario aligerar el peso del bolsillo para conseguir el sello y tras explicarle al encargado de migraciones Bolivia la confusión, me estamparon el pasaporte y seguí mi trayecto.

Este tipo de exigencias, no declaradas oficialmente, son parte de las medidas que están tomando incluso los países "amigos" del gobierno de Nicolás Maduro, frente a la llegada de venezolanos. Precisamente me comentaba la encargada del hotel donde me hospedé, que temía porque hay muchos venezolanos cometiendo delitos en La Paz y me contó de un caso (que luego vi en los medios) de un intento de secuestro.

Foto: Agencia Andina